lunes, 1 de septiembre de 2014

September




Hoy finalmente ha llegado el mes de Septiembre, un mes que siempre ha provocado en mí sentimientos encontrados y ahora más que nunca.

En el hemisferio norte y más especialmente en la tierrina, el verano toca a su fin, es hora de volver de las vacaciones y en muchas ocasiones ya nos hemos despedido de la jornada reducida. Estamos en la parte alta de la cuesta abajo hasta el invierno. Por otro lado aún se mantiene la esperanza de poder robar unas horas de playa y con mucha suerte algún que otro baño furtivo. Los días se empiezan a hacer cortos y poco a poco cambiamos las chaquetas de punto por alguna cazadora finita, las hojas en los árboles empiezan a cambiar de color.



y se empieza a notar como va bajando el sol



Por otro lado, en el hemisferio Sur no podemos estar más abajo en la cuesta y, pasito a pasito, empezamos a subirla. Hoy es el día de la primavera en RSA. Minuto a minuto ves los días crecer y ya cuando sales de la obra el sol te acompaña durante una parte del camino. Empieza a notarse como suben las temperaturas, poco a poco casi sin que nos demos cuenta, eso sí, no te olvides del abrigo por la mañana porque las probabilidades de quedarte cubito son muy elevadas.



Y ahora viene la parte que me atañe. Hoy al pasar la hoja del calendario, tuve una sensación extraña, en primer lugar pena, porque el verano en España toca a su fin, pero después me paré a pensar y me dije, ”pero, si aquí lo bueno está por llegar!” Y es que después de más de un año viviendo en este hemisferio aún no estoy acostumbrada a que en noviembre haga calor y a celebrar la fiesta de navidad en bikini.



Desde hace un año, compro la ropa con las temporadas cambiadas, ropa de invierno cuando aquí hace calor y ropa de verano cuando aquí hace un frío que pela y en las noches veraniegas en el desierto, sigo saliendo con una chaquetina “por si refresca” aunque haga un calor de caer los pajaros. 

Aún no soy capaz de recordar que en invierno se te seca hasta el cerebro, mientras que en verano un día sí y otro también me encuentro con mi vestido y sandalias, en medio de un chaparrón digno del diluvio universal.

Ahora viene lo bueno, la cuenta atrás para la próxima visita y para las vacaciones de navidad. Un fin de año con viajes, excursiones y EL VIAJE con mayúsculas. Los domingos en el río, las tardes de piragua, los sábados de piscina…..

Entonces, Septiembre, ¿qué tengo que hacer contigo?

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