jueves, 21 de noviembre de 2013

Waterfront




En los últimos tiempos la Guestfarm Waterfront se ha convertido en nuestro sitio favorito para la celebración de todo tipo de fiestas.



El Waterfront es un Lodge a orillas del río que organiza desde cenas hasta bodas pasando por tardes de ski acuatico. La verdad es que es un sitio muy bonito con una piscina de foto y que encima saben acondicionar para hacerlo aún más agradable.

Para fiestas de noche suelen montar una carpa-jaima muy típica del país a la que le ponen hasta sillones, si bien es cierto que si hace bueno no sueles estar en la carpa ya que ponen en el jardín cestas en las que queman madera para que estés calentito. A las mesas no les falta detalle candelabros de pie largo, la comida bien presentada….. Durante el día lo habitual es que saquen sillones, butacas, mesas y farolillos al jardín para que se pueda disfrutar del clima de Upington.







Os dejo algunas fotos para que podáis valorar por vosotros mismos

lunes, 18 de noviembre de 2013

El viaje




Hay viajes que parece que es mejor no emprender. Si hace un par de semanas escribía feliz como una perdiz porque me iba a casa, la alegría me duró más bien poco, el tiempo que tardé en llegar a OR Tambo, aeropuerto internacional de Johanesburgo, cuando descubrí que mi vuelo de Air France estaba retrasado, concretamente 12 horas. Esto suponía hacer noche en Joburg, salir a las 7 de la mañana, que me re-colocaran en otro vuelo de Air France y que no tuviera enlace a mi llegada a Madrid, lo que suponía hacer noche y llegar a casa un día más tarde de lo esperado.

Afortunadamente, logré que me re-colocaran en un vuelo de KLM que salía solo 3 horas más tarde que mi vuelo inicial, lo que me permitía coger el último avión Madrid-Asturias del día y llegar a casa con solo unas horas de retraso y encima en facturación me enviaban ya la maleta hasta Asturias directamente. Tras esas buenas noticias me dediqué a matar las horas hasta que saliera el avión. 



A medida que me acercaba a Schipholl me iba poniendo cada vez más nerviosa, conozco ese aeropuerto y se de sobra que es enorme. Tenía una hora de reloj para hacer el cambio de un vuelo a otro. Evidentemente por mucho que corrí y me salté las colas de todos los controles no logré coger el enlace. Así que nuevamente me re-colocaron en otro vuelo de KLM que salía un par de horas más tarde y que aún me permitía enlazar en Madrid.

Cuando ya aterricé en Asturias y más impaciente que otra cosa por ver salir mi maleta para echar a correr a dar besos y abrazos a todos, se cumplió uno de mis mayores temores, mi maleta no salió por la cinta. Tengo que reconocer que tardaron pronto en localizarla y mandármela a casa, pero estaba claro que en este viaje no podía salir nada bien.

De todos modos, como volver a la tierrina y estar entre los tuyos no hay nada, incluso ese infierno de viaje mereció la pena!