jueves, 24 de marzo de 2016

Off to Paradise




El título de este post me generó bastantes dudas, “off to paradise vs off to home”. Al final me decanté por "off to paradise" ya que solo voy a estar unas valiosísimas horas en mi segunda casa, mi Sudáfrica querida, qué felicidad!!!!!!!!!!! Lo que la echo de menos!! lo esperado y un poquito más.

Y, entonces, lo de “paradise” ¿a qué viene? Aunque Sudáfrica es un paraíso en sí mismo, en este caso es tan solo una parada camino de mis vacaciones, me espera una semana de sol, playa y relax. Abajo dejo una pista, ¿alguna idea?


Contando las horas!

miércoles, 23 de marzo de 2016

Magnolia Bakery




Ayer por fin pude tachar de mi lista uno de mis puntos pendientes desde hace unos años. Como fiel seguidora de Sexo en Nueva York y fan incondicional de Carrie Bradshaw, una de mis metas en la vida era ir a “Magnolia Bakery” una de las cafeterías que aparecía en la serie con cierta regularidad y que es famosa por sus cupcakes. 



Cual fue mi sorpresa cuando descubrí hace unos días que no tenía necesidad de ir a NYC para tachar ese punto de mi lista ya que hay uno en el centro comercial que está justo debajo de la oficina de Kuwait City. Con todo esto, aprovechando que ayer tenía reuniones en la ciudad, me encaminé allí para comer.

La decoración es bonita, aunque el local está montado en estilo "self service", si bien para comer te atienden en la mesa, lo cual no acaba de resultar un poco confuso.



La carta se compone de pastas, sándwiches, ensaladas y los platos que ellos llaman “principales”. Yo al final me decanté por una tortilla de patata española con queso parmesano por encima (versión Kuwaití) y un icea tea de mora.



La tortilla, no estaba mala aunque algo fría, eso sí llamar a eso tortilla española es ser un poquito gentil. De todos modos, lo dicho, se dejaba comer. El ice tea ya era otra historia, ya que resultó ser agua manchada y bastante insípida.

Como parte de la confusión de comer en un sitio de "self service", pasé media hora sentada en la mesa tras acabar la comida esperando a que vinieran a ofrecerme algo más o la cuenta. Al final, tuve que levantarme yo para pedir.

Para el postre me decanté por un “Red Velvet Cheesecake” acompañado de un capuchino. 



El café estaba bueno, la decepción vino con el “Red Velvet Cheesecake” que resultó ser excesivamente dulce llegando a empalagar.

Por la comida, con café y postre pagué 7,5 KWD que al cambio salen por unos 22,5€ y puedo decir sin lugar a dudas que fue una total decepción.



Al final “Magnolia Bakery” ha resultado ser uno de esos sitios en los que te entra todo por la vista pero que cuando lo pruebas es una decepción absoluta. Tengo que pensarme muy mucho si le vuelvo a dar otra oportunidad. 

lunes, 21 de marzo de 2016

Visita a la oficina de correos




Hoy tuve mi primer encontronazo con la cultural local y lo que significa sermoccidental en un país como Kuwait. Todo sucedió de la forma más tonta posible, durante mi visita a la oficina de correos para intentar abrir un apartado postal.

Con toda mi buena intención me encaminé a la oficina a primera hora de la mañana, para encontrarme que detrás de los mostradores no había nadie, y para más inri, cuando se dignaron a acercarse a las ventanillas descubrí que estaban atendidos principalmente por mujeres a las que a duras penas era capaz de verles los ojos entre todas las capas de telas negras que llevaban encima.

Después de casi una hora de miradas, risas, hacerme esperar por nada y pasearme de un lado para otro sin que me lograran decir más que dos palabras seguidas en inglés, acabé dando con una mujer que tuvo la decencia de dirigirse a mí y que hablaba inglés medianamente decente.

Al final me fui sin abrir el apartado de correos pero por lo menos con una idea bastante aproximada de los trámites a realizar, tremendamente frustrada pero agradecidísima a la única persona que me hizo caso de todas con las que traté.

Como se suele decir, que me den paciencia porque como me den fuerza no me responsabilizo de mis actos.

jueves, 17 de marzo de 2016

Primera Semana




Pues así, así como quien no quiere la cosa ya he pasado y sobrevivido a mi primera semana en Kuwait y por el momento va bastante bien.

Las cosas por obra en este punto del proyecto están bastante tranquilas aunque la carga de trabajo empieza a aumentar alarmantemente!



Ya estoy instalada en mi “nueva casa” más bien habitación de hotel, buscando planes de ocio medianamente asequibles para los fines de semana e intentando acostumbrarme a que los viernes no se trabaja pero los domingo sí y parecerá mentira, pero me está costando una barbaridad centrarme para saber en qué día vivo!

También cuesta acostumbrarse a la conducción errática de los conductores de la zona, que te adelanten por todos los sitios y que te puedas incorporar a la autopista casi desde cualquier punto del desierto.



Lo de hacerme al cambio automático de mi nuevo "cañonero"… ya es otra cosa, mi entrenamiento por el aparcamiento del hotel era digno de ser visto, dando frenazos como para salir disparada por la ventanilla. Al menos puedo decir que ya lo tengo controlado.



Los atardeceres en el desierto de arabia no tienen nada que ver con las de Sudáfrica pero tampoco están del todo mal.


Además, aquí en lugar de llevar morenos en la bakkie llevan….. camellos!!!!!!!!!!!



¿Cómo veis la diferencia?



Las pistas de tierra siguen siendo una constante en mi vida, aunque esta vez son solo 10 km.



Ya localicé el super más cercano al hotel e hice mis primeras compras de “supervivencia” como las llamo yo, champú, acondicionador, crema hidratante, etc etc.

Así que las cosas marchan viento en popa, y en una semanita..... vacaciones al paraiso, así como no verlo todo de color de rosa ?¿?¿?¿?

martes, 15 de marzo de 2016

Mañana en la bolera



El fin de semana pasado y por casualidad mientras buscábamos un mercado de pescado, acabamos en la bolera del Discovery Mall y ya que estábamos allí decidimos liarnos la manda a la cabeza y jugar unos bolos. 

Ya en la cuarta tirada me dí cuenta de que una partida de bolos no era la mejor opción para mi pobre y contracturada espalda, pero ya que estábamos metidos en harina lo mejor sería acabarla ¿no?



Lo primer el precio, creo recordar que salimos a 25 KWD los 5 así que nos salió la partida a 15 euros por persona. Nada barata, pero para estar en el país en el que estamos no estuvo del todo mal.

La bolera era enorme y estaba super bien. Justo cuando llegamos nosotros acababa de terminar un campeonato de bolos de la comunidad India en Kuwait, con uniformes y bolas propias igualito que los Simpson, impresionante!



Pues nada llegamos, nos pusimos nuestros zapatos horrorosos y nos lanzamos a la pista. 



Tengo que reconocer que hubo piquilla, pero los bolos nunca fueron lo mío, al igual que cualquier cosa que requiera puntería, así que como era de esperar quede la última, menos mal que no nos habíamos jugado quién pagaba la comida!

domingo, 13 de marzo de 2016

La distancia




El otro día buscando una película que amenizara mi vuelo al exilio, di casi por casualidad con Brooklyn, de la que habla últimamente todo el mundo, así que decidí probar.

Al final resulta que la historia trata de una chica bastante jovencita que deja su Irlanda natal para ir a Brooklyn en busca de una vida mejor, como era de esperar, dejando a su familia atrás. 

Tal vez fuera como resultado de la reciente despedida de mi propia familia, apenas unas horas antes, camino de mi “Brooklyn” particular, pero esa película me hizo pensar y mucho. 

No me cuesta nada reconocer que para mí, las despedidas fueron, son y serán siempre duras y que siempre se cae alguna (o muchas) lagrimillas, pero ¿cómo de duro ha de ser para unos padres ver como una hija coge un avión camino de un destino desconocido?, ver como esa personita a la que le cambiaban los pañales y le daban de comer cuando no era capaz de hacerlo por sí misma y a la que a día de hoy cuidan con tanto cariño, o más, cuando está enferma, coge sus maletas, un montón de aviones y se va a miles de kilómetros de distancia. Todo esto con la incertidumbre de no saber qué se encontrará en su país de destino, como la van a tratar ni los miles de problemas que podrá tener.

Por eso hoy solo puedo mandar un olé por todos esos padres que se hacen los fuertes como si no doliera y a los míos decirles que siendo hacéroslo pasar tan mal!!!!!

viernes, 4 de marzo de 2016

Nueva aventura de altos vuelos




Pues sí, finalmente ha llegado el día tan temido, nueva “mudanza” intercontinental, hora de dejar la tierrina que durante estos tres meses tan bien me trató, la familia que no me pudo mimar más, a mis niños, los pozos sin fondo de mimos.

Una nueva aventura por delante, nuevo país, nuevo continente, nueva cultura, nuevo proyecto, nuevos compañeros, ¿pero quién dijo miedo? Lo bueno es que cuento con algunos alicientes en el futuro cercano que me ayudan a mantener el ánimo más o menos alto.

La pregunta ahora es, ¿qué hago ahora con el nombre del blog? ¿lo cambio o lo mantengo? ¿qué creéis?

miércoles, 2 de marzo de 2016

Cafe Caprice




Volviendo a los orígenes del blog, hoy toca un post de mi querida Sudafrica, hoy toca volver al sur del sur.

Camps Bay es lo más chic de Cape Town y hasta allí nos dirigimos la ultima visita que hice por la zona y allí nos tomamos unos cocktails con vistas a la playa en el Café Caprice, al parecer toda una institución en la zona.



Aunque el local está un poquito “cascado” está lleno de gente guapa y a reventar así que tuvimos suerte de conseguir una mesa especialmente con todos los que éramos. 



La mesa estaba dentro del local, por desgracia la terraza es bastante reducida, pero debido al buen día que hacía, las cristaleras del local estaban abiertas de par en par y era casi como si estuvieras en la terraza.



La carta tanto de comida como de cocktails bastante amplia, tomo nota como posible sitio para comer en otra visita.



La música, un estilo chill out-house tranquilo y muy agradable, que era el acompañamiento perfecto para el solecito de media tarde y nuestros mojitos, caipirinhas y demás cockatils que pronto llenaron nuestra mesa.



Todo ello acompañado de una tarde de solecito y buenas vistas a la playa de Camps Bay, eso sí con la ausencia del eterno viento que suele azotar en el Cabo, de ahí que sea la zona más cotizada de Cape Town.