sábado, 31 de mayo de 2014

Cañon Road House




La última parada del viaje al Fish River Canyon fue la comida en el Cañon Road House. El cañon Road House es uno de los alojamientos que se ofertan en la zona. Cuando lo miré como opción de alojamiento no me dio más, soy un poco repunante con los muebles y las colchas de las sábanas,  pero ya que nos pillaba en ruta y estaba anunciado en la carretera paramos allí para comer y la verdad es que fue un acierto.



El sitio estaba muy chulo, lleno de coches antiguos tanto en el jardín como dentro del restaurante que estaba montado como un bar de carretera. Tenías desde ambulancias, hasta coches de reparto, algunos que utilizaban como rotondas, otros que utilizaban como maceteros gigantes….. Por todos sitios te encontrabas gente sacando fotos como locos y para no variar nosotros éramos uno más ya que al parecer algunos de los coches que había por allí eran los de la película “Cars”.









El personal era muy agradable y la carta lo suficientemente amplia, sándwiches, pasta, hamburguesas, algo de carne. Nos sentamos a comer en la terraza al solecito de Mayo rodeados de más coches antiguos y la verdad es que la comida estaba muy buena.

Tras pagar, recogimos y reemprendimos ruta camino de RSA.

Una de las anécdotas del lugar es el baño. En el de mujeres te encuentras una pintura de un hombre desnudo con una cajita tapando las partes comprometidas, mientras que en el de hombres está la caja de pandora tapando las partes comprometidas de la mujer. Yo ya sabía lo que pasaba si habrías la cajita, pero alguno abrió la caja de pandora y empezó a sonar una sirena por todo el bar! Vamos, para ponerse como un tomate.




martes, 27 de mayo de 2014

Cañon Lodge




Siguiendo con el viaje del fin de semana pasado, hoy toca hablar del Cañon Logde, que es el Lodge en el que pasamos la segunda noche.

No estaba dentro del parque pero estaba a unos 15 Km de la entrada, en lo que se puede decir que era el medio de la nada. 



No teníamos muy claro lo que nos podríamos esperar, pero siendo más caro que el anterior me imaginaba que sería un poquito mejor, lo que no nos imaginábamos era lo que nos íbamos a encontrar, una casona antigua restaurada y un hotel que se componía de casitas de sueño en medio de un jardín cuidadísimo e increíblemente verde. Sinceramente, sin palabras!












Una vez en mi casita, me quedé nuevamente muda. Paredes de piedra y techos de paja. Muebles de madera y cama con una mosquitera blanca que colgaba del techo, parecía de cuento.




Tras ducharnos y volver a ser personas, nos encontramos en la zona wifi del hotel una especie de recibidor en el que había una mesa y bancos para que te sentaras y disfrutaras de un poco de comunicación con el mundo exterior.



Dado que no había mucho en los alrededores para ir a cenar o similar, cenamos en el mismo hotel que tenía una cena tipo bufet (230 N$ sin bebida). Cuando llegamos y nos enseñaron el hotel, vimos que en uno de los extremos del comedor había una especie de torreón con una mesa dispuesta para 4, tras insistir un poco logramos que la convirtieran en una mesa de siete y nos la reservaran para la cena, así que para allá nos encaminamos felices como nosotros solos.



La cena muy rica, variedad de ensaladas, y podías escoger entre tres platos calientes, un guiso con springbok, mini schnitzel y no me acuerdo que era la otra cosa, la verdad es que todo buenísimo. Tras la cena, una copa en la terracita y a la cama a las 9 de la noche hora de allí, de locos, lo sé, pero en nuestra defensa diré que la subidita de por la mañana nos había dejado reventados.

A la mañana siguiente, como era de esperar nos despertamos bien pronto, por lo que a las 6:30 de la mañana algunos ya estábamos de exploración por el hotel, fue ahí cuando descubrí que tenía un mini golf.

Tras un desayuno bufet, bien abundante, fruta, donuts, pan, jamón, queso, huevos revueltos, bacon, cereales………, nos despedimos de nuestras habitaciones y nos fuimos a seguir ruta.



De precio algo carillo si lo comparas a lo que estamos acostumbrados, pero la calidad del sitio fue espectacular. La habitación doble, desayuno incluido 1.790 N$ y la habitación uso individual sobre 1.120 N$, pero sin duda merece la pena.

domingo, 25 de mayo de 2014

Ai-Ais Hot Spring Water Resort




El primer lugar en el que nos quedamos a dormir durante nuestro viaje a Namibia fue el Ai- Aish Hot Spring Resort, un hotel de propiedad estatal (como la mayoría de los lodges que te encuentras en los parques nacionales sudafricanos) que tiene incluso Spa.

Llegamos el viernes sobre las 9 de la noche, con miedo de que no hubiera nadie para recibirnos, pero nada más lejos de la realidad, uno de los guardias de seguridad nos dio las llaves y nos enseñó nuestro alojamiento. Como reservamos a última hora, no tuvimos más opción que optar por los Chalets Familiares que la verdad fue un súper acierto. Los Chalets eran super espaciosos, de dos habitaciones y dos baños cada uno. También tenía cocina perfectamente equipada (horno, microondas, nevera, útiles para cocinar, hervidor de agua…..), comedor, salón, un patio interior con un jacuzzi, terraza y braai, vamos una auténtica pasada! Todo por el módico previo de 1.400 ZAR por noche. Otras opciones eran la habitación normal y el camping.











Como esperábamos llegar tarde, nos llevamos algo de comida de casa y una nevera hasta los topes, una pena no haber sabido lo de la braai. Aún así la cena fue de lo más agradable.



Al día siguiente, tras levantarnos, nos fuimos a fisgonear un poco el sitio. Ai-Aish significa algo así como aguas caliente, por lo que el sitio es una especie de balneario. Tiene piscina exterior pero con agua caliente, pistas de tenis impracticables y un pozo en el que hay agua a 65 grados, eso para empezar. Tras el primer reconocimiento, nos fuimos al desayuno. No era nada del otro mundo, pero la terraza era agradable. Además tenían a un cocinero preparando tortillas, y huevos al gusto de cada uno y eso era un super punto positivo. También tenían una zona, con pan, cereales, yogur, macedonia, café, jamón y queso…. Podemos decir que tenía un poco de todo.




Una vez saciados, nos dirigimos a la tienda de souvenirs que tienen en el complejo, muy pequeña y algo cutre, pero con lo básico: algo de comida y bebida (para la gente que se aloja en los chalets, postales, algo de artesanía, pulseras, camisetas, bolsos, gorros…… Tras el arranque consumista, nos fuimos a recepción a preguntar por actividades. La primera por supuesto el Spa (al que fuimos después de dedicarnos a explorar y de paso subir una montaña) y algunas rutas. 







El spa, es bastante básico, pero se agradece meterte un poco a remojo. Tiene dos piscinas grandes y algunos jacuzzis pequeñitos. Además puedes hacerte tratamientos, darte masajes, o hacerte la manicura, vamos un sitio para ir a darte un homenaje y dejarte mimar.






Además el complejo tiene un bar y un restaurante. El restaurante tiene una carta un poco justita (cuatro sándwiches) y un steak que te quedas con más hambre que antes de empezar a comer, pero con el precio (65 N$ el steak) no se le podía pedir mucho.

Como comenté en el post anterior, hay una ruta para hacer caminando que es desde el Fish River Canyon hasta el Ai- Ais Resort. Además hay varias mucho más pequeñas por la zona. Esto hace que encuentres un ambiente “montañero” muy agradable y que agradezcas encarecidamente el Spa.



Sin duda, un lugar recomendable.