jueves, 30 de enero de 2014

Orange River




Sinceramente en Upington no hay mucho que hacer, así que nos buscamos la vida un poco como podemos. Hace unas semanas mis compañeros de casa se compraron una piragua para ir a remar al río y así hacer algo de ejercicio los fines de semana. El otro día le dimos una vuelta más al asunto. El primer paso del plan era llenar nuestra nevera de hielo y cervezas a más no poder. El segundo llenar una mochila con crema de sol, patatuelas y pan para hacernos unos bocadillos. El tercer y último paso cargar la piragua en el techo de la bakkie y emprenderla al “puerto de Upington” que en realidad es un club privado con cuatro amarres para lanchas. 



Casi enfrente del club hay una especie de isla con una playa y dos arbolitos así que para allá nos dirigimos. Hicimos el viaje algunos nadando, otros en piragua cargando la nevera y el resto en colchonetas hinchables. Una vez allí montamos el campamento y nos pasamos todo el día en el agua entre cervezas y patatuelas.




El mejor descubrimiento lo hicimos al llegar al descubrir que de uno de los árboles hay colgada una especie de tirolina y nos entretuvimos tirándonos con ella al agua.







La verdad es que la gente tiene razón, a cualquier cosa se le llama adulto ;)



Sobre las 5:30 recogimos y nos fuimos de vuelta a casa, aunque esta vez dio más pereza volver en la colchoneta así que nos dedicamos a hacer viajes con la piragua. Seguro que a alguno le dolía después la espalda...

martes, 28 de enero de 2014

Game Ride




Este sábado nos hemos ido al Thuru Lodge, cerca de Groblershoop, una reserva privada de caza. Nosotros, que lo de la caza no nos apasiones, fuimos para hacer una visita guiada por el parque y ver algunos animalillos, especialmente “rinos”!



El sitio en sí es increíble. Es un Lodge de lujo y muy bien equipado que te encuentras tras 11 kms por una pista de tierra que parece que no lleva a ninguna parte. Según llegamos nos recibieron con un coctel de bienvenida y nos dejaron utilizar la piscina, que sinceramente es espectacular. El hotel se organiza en torno a un patio central con un jardín y una piscina de fondo gris oscuro. Tras un rato en la piscina, nos subimos a la camioneta (la típica de las pelis) para hacer el “game ride”, parecía que íbamos en el bus del cole.








Sinceramente el paseo fue más odisea que otra cosa ya que se nos estropeo dos veces la camioneta y la segunda no pudieron ni arreglarla. De todas formas eso hizo que el viaje fuera aún más emocionante. 

La primera vez que se paró el coche, no fue muy agradable precisamente, después de una hora y algo de trayecto, casi en la otra punta del parque y con el sol pegándonos aún a plena potencia. Finalmente después de casi media hora de canciones y montar jaleo (la verdad es que nos lo tomamos por el lado bueno) el conductor logró volver a arrancar el coche y nos llevó de vuelta a toda pastilla hacia el Lodge.

Casi llegando al logde, hizo una parada al pie de una duna y nos dejó bajar, animándonos subir a lo alto. Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos que justo arriba del todo nos esperaba un camarero con pajarita y todo con un mini bar dispuesto hasta con jarrón!. Con lo sedienta que estaba empecé a plantearme si no sería un espejismo, pero no. Todo tipo de bebidas, desde agua hasta vodka, pasando por zumos, refrescos y cervezas y dos platitos con queso y galletitas a modo de aperitivo. La idea está pensada para que puedas ver el atardecer desde la duna, pero el imprevisto, nos retraso y el sol ya había desaparecido cuando llegamos.







Cuando volvíamos finalmente al Lodge y sin ver a los rinos (decepción monumental) se nos estropeó otra vez el camión, pero esta vez de noche aunque solo a unos 2 km del Lodge. Tras ver que esta vez no arrancaba, vinieron a buscarnos en 4x4 pequeñitos y nos fueron recolocando. El que me tocó a mí fue una especie de carrito de golf adaptado a 4x4 que tenía tres asientos elevados y sin techo y otros dos abajo (junto al conductor). La verdad es que ir con el viendo dándote en la cara y viendo las estrellas que en esta parte del mundo se ven increíblemente bien, no tuvo precio. Además justo de la que llegábamos al logde vimos a los famosos rinocerontes!!!!!! Fue de lejos, de noche y no les puse sacar ni una mísera foto, pero son impresionantes!








A pesar de todos los imprevistos, se puede decir que lo pasamos muy bien y que vimos algunos animalillos.



jueves, 23 de enero de 2014

Lake Grappa




La semana pasada me fui de fin de semana a una Guest Farm que está en Marchand, a unos 12 kilómetros de Kakamas. El sitio en cuestión se llama Lake Grappa y tiene desde viñedos, hasta alojamiento pasando por restaurante, bar y escuela de ski acuático. Además se pueden hacer actividades como montar en quad, ski acuático, remo por el lago….





El sitio la verdad, es muy bonito. Se trata de una finca enorme, una parte la explotan como viñedos y la otra como escuela de ski y lodge. Para ello han construido un lago artificial y en una de las orillas del mismo se encuentra el “complejo”. 




Para alojarte tienes dos opciones las habitaciones B&B que están en el edificio principal o los chalets equipados con cocina y que están situados justo enfrente del lago. Nosotros optamos por uno de los chalets de una sola habitación y la verdad es que me sorprendieron por modernos y amplios, muy bonitos. El tener la cocina es una ventaja porque así tienes bebidas frías en la habitación y puedes hacer el desayuno. Una de las cosas que más me gustó fue el baño con una bañera encastrada enooooooorme y una ducha para perderte.





De precio el alojamiento, sinceramente me pareció barato, especialmente si tenemos en cuenta que esta a poco menos de 30 Kms del parque natural de las Augrabies Falls. El chalet de una habitación 600 ZAR noche (41€).



Con respecto al restaurante y el bar, muy animados, especialmente el viernes que fue “Pizza Night”. Los miércoles y los viernes encienden el horno de leña y se pueden tomar pizzas, lo mejor de todo es que te la preparas tú mismo! En el comedor ponen una mesa con los ingredientes y las bases y tú te preparas la pizza y la dejas en el horno de leña, dónde le pones el nombre en un papel y te la llevan a la mesa, ya lista para comer. Tenía tan buena pinta que no pude esperar para hincarle el diente, así que me costó una quemadura de las gordas. A parte de las pizzas (unos 4€) tienes hamburguesas (3,3€), sándwiches (3€), ensaladas….. Como podéis ver un poco lo estándar de todos los restaurantes de la zona y a precios muy asequibles, al igual que el alojamiento.


lunes, 20 de enero de 2014

Sábado de cricket




Este sábado hubo en el instituto de Kakamas un partido de cricket en el que participaban muchas de las subcontratas de uno de los proyectos que se están haciendo por la zona. Aunque no entiendo nada de cricket y en mi vida había visto un partido para allá nos fuimos con la nevera bien provista y la verdad es que pocas ganas.



Cuando llegamos el partido ya estaba empezado y la verdad es que el ambiente en las gradas no era del todo malo y a lo largo del día fue llegando más gente y se animó aún más la cosa. 

La primera cosa que me llamó la atención fue que la gente se prepara para pasar el día allí, por lo que se lleva su nevera bien provista, principalmente de cerveza (los refrescos o el agua escaseaban en el partido) pero también con comida (pan, salchichas y ketchup para hacer perritos calientes) e incluso cachimbas!






El juego en sí, poco entretenido, poco dinámico y complicado de entender. Tal vez no me resultara entretenido porque no entendía las reglas y no sabía diferenciar ni quién era de cada equipo. Fue algo más entretenido cuando por la tarde empezaron a jugar partidos con solo 6 personas en cada equipo ya que al menos los jugadores corrían más para ir a buscar la pelota. Lo que sí me resultó gracioso o por lo menos llamativo, es que en el cambo había como unos trozos de tubería de un palmo de largo, con el fondo relleno de hormigón y un trozo de barra de metal para clavarlo al suelo, lo que los convertía en “sujeta cervezas” para los jugadores, que los trasladaban de un sitio a otro del campo a medida que cambiaban de posición.



jueves, 16 de enero de 2014

Un viaje distinto




Después de casi un mes en España llegó el momento de volver a tierras sudafricanas, ya se sabe que lo bueno no dura para siempre. Así me levanté yo este martes dispuesta a enfrentarme a 30 horas de viaje y a una noche de dormir a ratillos.

Una vez mentalizada, cuál fue mi sorpresa cuando en la puerta de embarque de París, al pasar mi billete salió una luz roja en lugar de la verde. Tras hacer unas comprobaciones en la pantalla y cambiarme de tarjeta de embarque me dejaron pasar. Cuando caminito de mi querido Airbus 380 me puse a mirar con algo más de calma mi tarjeta de embarque me dí cuenta de que no solo me habían cambiado de asiento, sino que me habían subido a Business!!!!!!

Ya antes de despegar nos ofrecieron champan y zumo, junto a su respectiva toallita caliente para que te limpies las manos. Para cenar, además de tener cuatro opciones para escoger, te ponen mantel en la mesa, y en la bandejita tienes  salero y pimentero individual!



Lo mejor de todo desde mi punto de vista ha sido el poder dormir tumbada, durmiendo en posición horizontal en un avión! Jamás lo habría creído. La verdad es que entre eso la almohada y la manta parecía que estabas en la cama.



Por la mañana para desayunar también tenías para escoger entre cuatro opciones, y la verdad es que al gofre que comí se le podía poner buena nota.



Yo creo que este viaje fue una recompensa por el infierno de viaje que tuve la primera vez que volví a casa, algo así como karma. Sea lo que fuere lo disfruté como una enana y no quiero pensar en lo duro que será volver a turista, si hasta el baño era más grande y tenía productos de Biotherm!