domingo, 29 de mayo de 2016

Friday Brunch



Este fin de semana ha sido el fin de semana del caprichillo loco, el bruch del viernes en el hotel Jumeira Messilah. 


He de reconocer que hacía tiempo que lo tenía fichado, pero con un precio de 20 KWD (60€) por persona y sin una gota de alcohol, parecía un poquito excesivo, pero el jueves cuando llegué al hotel me puse a investigar por internet y me enteré que por ser el tercer aniversario del hotel, había una promoción durante todo el mes de mayo en todos sus restaurantes en los que la carta estaba al 50%, así que sobre la marcha llamé para ver si tenían hueco en el brunch al día siguiente y… tuve suerte!!!!!!!!!


Pues nada hacia allí nos encaminamos con nuestras mejores galas y el estómago vacío para poder amortizar nuestros 30 euros de brunch.

El hotel por fuera es super feo, parece una fortaleza, con una fachada compacta, robusta y como muy cuadrada, pero según entras en el patio en el que está la entrada principal te empiezas a hacer una idea del lujo y puro derroche que te espera dentro y sinceramente no defrauda.


Lo dicho nada más cruzar la puerta casi se nos desencajan las mandíbulas del puro derroche que es el hotel en su totalidad. Creo que con las fotos que hay más abajo os podeis hacer una idea.


Pues nada con nuestra pinta de aldeaninos recién bajados de la montaña, nos encaminamos hacia el brunch y solo con verlo desde arriba nos dimos cuenta de que no iba a decepcionar.


El brunch lo sirven en el garden café, pero como últimamente tenían tanta demanda, habían habilitado otro restaurante y así aumentar su capacidad.

Tengo que decir que no me quedé con el nombre del restaurante, pero era sin duda mucho mejor que el garden café que estaba demasiado apretujado y saturado.

Este restaurante en cuestión, era el restaurante de pescado del hotel y simulaba con gran acierto el fondo del mar


Hasta las lámparas eran personalizadas


Bueno volviendo al tema que nos ocupa, el brunch:

Según he podido leer, tienen a los cocineros del hotel durante varios días preparando el brunch y la verdad es que cuando lo ves no te extraña nada.

Solo la esquina en la que tienen los panes tienen como 20 para elegir


También tienes la zona del pescado en la que tienes, desde sushi


hasta mariscos frescos y todo con una presentación impecable.


Entre los platos calientes, tienes de todo, desde frituras típicas del país, hasta noogles, arroz frito, cordero……


Pero sin lugar a dudas lo que me ganó el corazón fue la zona de los dulces…..


Fuentes de chocolate 


Y un montón de tartas a cual más apetecible…….


Y, claro, como una es poco golosa…. tuvo que intentar probarlas todas


Todo ello acompañado de zumos y agua

Tengo que reconocer que cuando acabé de comer, no me podía ni levantar de la silla, así que nos quedamos un rato disfrutando de la decoración del restaurante.


Cuando por fin fui capaz de levantarme de la silla, optamos por ir a dar un paseo por el hotel, (para aprovechar la oportunidad única de cotilleo) y en un vano intento de bajar la comida.


Tengo que reconocer que las instalaciones del hotel son espectaculares, supongo que como cabe esperar de cualquier Jumeirah.


La piscina me enamoró, con los azulejos azul oscuro. La verdad es que no entiendo por qué no los usan más a menudo para las piscinas, le dan un aire mucho más exótico. 


Además el hotel tiene su propia playa privada en la que puedes realizar varias actividades.


Dicen que el dinero no da la felicidad, pero no creo que pudiera ser muy infeliz en ese hotel!

Y ya volviendo al brunch, nunca pensé que lo diría, pero vale la pena incluso sin el 50% de descuento así que con el … una ganga!

jueves, 26 de mayo de 2016

Marble Slab Creamery



Con los 46 grados que alcanzamos la semana pasada, es cuestión de supervivencia buscar la mejor forma posible de refrescarse y yo creo que he dado con mi favorita, el “Marble Slab Creamery” una heladería de lo más particular y que está en el mismo Jahra, ¿quién lo diría?


Y seguro que os preguntais ¿Por qué es tan particular esa heladería?¿?¿ Pues nada más y nada menos que porque tiene una losa de mármol congelada en la que te preparan tu helado al gusto, me explico:

Como cualquier heladería tienes varios tamaños y sabores entre los que escoger, de 1,25 KWD, de 1,5 KWD de 1,8 KWD y sigue subiendo….. Según el tamaño de la tarrina le podrás añadir más bolas y toppings!


Solo con los sabores de los helados ya tienen algunos realmente particulares, como creme brulé, red velvet o de algodón de azúcar.


Una vez escoges el o los sabores que te apetecen, llega el momento de escoger el o los toppings que le quieras poner, por un “módico” precio puedes poner los que quieras pero por regla general tu elección solo incluirá uno o dos. Entre las posibilidades…. Infinitas: Ferrero, Kinder Bueno, Kit Kat, avellanas, almendras, fresas, siropes……


Con toda tu elección realizada empieza la fiesta, ya que de lo ponen todo en en la losa y empiezan a prepararte tu helado


Mi elección fue helado de Red Velvet y Nutella con trozos de Kit Kat y tengo que decir que aunque visualmente me lo esperaba más espectacular, de sabor estaba buenísimo y es el helado más personalizado que comí en mi vida!!!!!


No tengo duda de que volveré dentro de no mucho!

martes, 24 de mayo de 2016

Sea Cliff Resort & Spa



Con gran pena tengo que informar de que con este post se acaba la serie sobre mi incursión en Zanzibar que empecé a principios de Mayo. Hoy me toca presentar el Sea Clift Resort and Spa, el único hotel de Zanzibar con campo de golf.


Al igual que ocurre con el resto de los sitios, llegar al Sea Cliff Resort es toda una odisea de carreteras en mal estado, gente adelantando por dónde le da la gana, animales por cualquier sitio. Pero nada más llegar al resort y encontrarte en lo alto de la cuesta que baja al club de golf, en la que solo unos arbustos de buganvillas te separan de ese precioso mar se te pasan todas las penurias del viaje.


Junto al club de golf está la la zona de playa del hotel, pero al estar algo separada de este, ayuda a que sea bastante tranquila ya que la gente opta más por la piscina.

Por acompañar a un jugador de golf, yo tenía acceso a la piscina del hotel por lo que mientras los demás sudaban la gota gorda en el “green” yo estaba feliz en mi tumbona, disfrutando de una “infinty pool” rodeada de arena y junto a mi fiel Kindle, nada mal ¿no?



Además me permitió curiosear un poco por el hotel y tengo que reconocer que tenía incluso mejor pinta que el nuestro, aunque lo de tener una zona de playa tan reducida y alejada, no me acabó de convencer demasiado.

Tengo que reconocer que si algún día empiezo a jugar al golf, espero que sea en un sitio como ese.



domingo, 22 de mayo de 2016

Dream of Zanzibar (II)



Retomando el tema del hotel que con el desglose y análisis que le estoy haciendo puede dar para muchas muchas líneas.


Hoy me toca empezar hablando del motivo por el que la playa del hotel resultó ser tan poco recomendable.


En primer lugar es importante destacar que cuando baja la marea, gran parte de la isla se queda con una orilla muy plana que te cubre por debajo de las rodillas, y que supone que tengas que caminar unos 800 metros para llegar a la zona en la que empieza a cubrir. Como problema adicional, la costa este del país, en la que se localizaba el hotel tiene muchísimas algas por lo que para entrar en el agua primero tenías que atravesar una barrera de algas y es algo que me da mucha cosa.


Además es importante destacar que sorprendentemente, el agua del mar estaba más caliente que el de la piscina.


Otro inconveniente era que en cuanto te salías de la zona en la que el hotel tenía las sombrillas, quedabas fuera de la protección de la seguridad del hotel por lo que los locales se acercaban a ti e incluso de metían en el agua contigo con la esperanza de poder venderte algo.


Volviendo a temas positivos, destacar que el hotel disponía de varias actividades cada día como por ejemplo: cada mañana había una clase de gimnasia en la piscina y de otra actividad, un día era una clase de yoga, otro día una visita al pueblo… y por las tardes siempre organizaban un partido de voleibol o de futbol.


Además el hotel contaba con, un club acuático en el que podías contratar actividades, pero que según tengo entendido casi nunca se hacían en el propio hotel, un gimnasio y un spa, que, por las fotos tenía muy buena pinta aunque no llegué a pisarlo nunca ya que me conformé con ver atardecer sentada en mi tumbona.


Entre otros servicios que ofrecía el hotel estaba un servicio de fotografía, una tienda de regalos (que no servía para mucho), una agencia para contratar excursiones y un shisha bar en el que podías pedir una cachimba y escoger el sabor de tabaco que más te interesara eso sí por el módico precio de 5€.


Aunque el hotel estaba super bien y tenía una muy buena calidad/precio, considero que el bajo nivel de la comida y especialmente los problemas que os comenté de la playa pesan más que el precio por lo que si volviera a Zanzibar me buscaría un hotel en Nungwi sin lugar a dudas.

jueves, 12 de mayo de 2016

Dream of Zanzibar (I)




Por fin ha llegado el momento de presentaros el secreto mejor guardado, el hotel en el que nos alojamos, el Emerald Dream of Zanzibar Resort, ya solo por el nombre apetece ir!!!

Es un hotel que tenía localizado desde hacía tiempo y de precio resultaba bastante asequible así que no lo dudé y reservé para una semana completa de vuelta y vuelta con todas las comodidades.


Fuimos en régimen de todo incluido y la verdad es que menos mal!!!! Si bien la comida no era especialmente cara, las bebidas sí que lo eran y encima en Euros.

La habitación del hotel estaba muy chula aunque desde mi punto de vista un poco escasa para ser un resort de 5 estrellas. De todos modos había leído en internet que los hoteles de 5 estrellas en Zanzibar no tienen nada que ver con los de Europa por ejemplo.


De todos modos la habitación estaba limpia, era grande y era bonita. Además la noche que llegamos nos habían llenado la cama de flores y nos habían puesto dos toallas con forma de cisne. 


Lo mejor del hotel eran las zonas comunes, la piscina era espectacular aunque no tenía suficientes tumbonas especialmente si tenemos en cuenta que la playa tenía algún que otro inconveniente que os contaré más adelante.


Para la hora de comer tenías varias alternativas, un restaurante de sushi (solo de gamba y en cantidades limitadas) y arroz frito con verduritas en la playa, uno de hamburguesas y wraps también en la arena, otro de comida alemana con chuletas de cerdo y demás, también en la arena. Después tenías el restaurante principal en que había comida tipo bufet y especialmente helados!!!!!!


Para la hora de la cena, tenías la opción del restaurante principal con cena tipo buffet y los restaurantes temáticos pero en los que tenías que reservar con antelación, tenían un italiano que era a la carta y que resultó ser el mejor de todos, un asiático que era con menú degustación, uno de cocina fusión que también era con menú cerrado. La verdad es que no era nada espectacular, pero tengo que reconocer que en el hotel le ponían muchas ganas. Un día a la semana es cena de gala a la orilla de la piscina


En nuestro caso coincidió con el Easter Day y además de la cena con música en directo a la orilla de la piscina, hubo DJ y fiesta en la playa que fue una pasada, especialmente cuando tienes la pulserita del todo incluido.


Otro día hacen cena en la playa que es toda una experiencia. Además tienen un bar en la piscina en el que sirven bebidas desde las 10 de la mañana hasta las 12 de la noche y snacks entre horas.


Yo me aficioné a un cocktail de frutas que preparaban con una mezcla de todos los zumos que tenían (piña, guava, naranja….) junto con un poquito de granadina. Estaba bueníiiiiiiiiiisimo y lo que mejor entraba especialmente por la mañana. Además ofrecían de todo, desde café hasta cocktails con y sin alcohol, incluyendo cerveza y batidos.

Además si te apetecía un coco, podías hablar con uno de los jardineros, te bajaba uno sobre la marcha de la palmera, le daba dos tajos y junto con una pajita que te daban en el bar podías dedicarte a disfrutar del coco en tu hamaca.


Otra de las cosas que me encantaban eran las meriendas que se componían de crepes de chocolate que hacían a media tarde junto con té helado de ibisco, estaba buenííííííísimo.

Tengo que reconocer que aunque la comida en el hotel no era su fuerte ya que la calidad no era la mejor sí le ponían ganas. A la hora del desayuno, preparaban huevos y tortillas al momento así como crepes mientras que a la hora de comer y cenar el restaurante principal te preparaba pastas al momento.


Esto es todo por el momento en los próximos días os llegará el resto de la información sobre el hotel