miércoles, 30 de abril de 2014

Koninginnesdag




Hoy un post cortito para volver a entrar en contacto con el blog.

Como muchos sabéis he pasado un año de mi vida en Holanda, y es un país al que le tengo un cariño especial. Ahí he pasado grandes momentos y me permitió hacer amigos de esos que duran toda la vida. Es un país que me hizo crecer mucho como persona y por eso tengo un recuerdo para él casi todos los días.

Hoy por culpa de la montaña de papeles que sepulta mi mesa, se me ha olvidado celebrar uno de los días más especiales del país, el día de la Reina, el día que el país adorna de color naranja y celebra el cumpleaños de su reina en las calles.



Tras la abdicación de la reina el año pasado, la fiesta ha dejado de llamarse Koninginnesdag (Día de la Reina) y ha pasado a llamarse Koningsdag (Día del Rey) dado que ahora ocupa el trono el Rey Guillermo. Ahora el Koningsdag se celebra el 27 de Abril y aunque no es un cambio muy radical, siempre seré fiel al día de la reina!



jueves, 3 de abril de 2014

Amazing Weekend (II)




Siguiendo con el viaje a Knysna y George, nuestro objetivo para el viernes era encontrar una playa que fuera lo suficientemente tranquila como para poder darnos un baño y encontrar algún sitio decente en el que pudiéramos comer. El sitio elegido fue Buffels Bay, una playa demasiado urbana para mi gusto, pero que era lo suficientemente tranquila como para que los valientes nos diéramos un par de baños que disfrutamos como enanos. La playa es bastante extensa, calculo que unos 4 o 5 kilómetros, y une Breton On Sea con Buffels Bay.  Cada uno de los pueblos está en una esquina de la bahía por lo que la zona entre medias es salvaje, lo que la hace muy muy bonita.




Tras el primer chapuzón, nos fuimos a comer al bar de la playa que se llamaba “Pizza Den” y que parecía ser el único de la zona. El bar en sí por dentro no vale para mucho, pero la terraza y las vistas merecen la pena. Para comer tenían bastantes cosas, pizza (por supuesto), hamburguesas, sándwiches, pescado…., un poco de todo. Haciendo honor al nombre nos pedimos varias pizzas así como patatas de entrante. Además en la carta vimos dos cervezas que eran típicas de la zona así que nos lanzamos a probarlas, eran la Mitchell’s y la Buffelsbai, ambas solo recomendables para las personas a las que les gusten las cervezas amargas.






Después de comer fuimos a darnos otro chapuzón y seguimos ruta en dirección a Breton on Sea. 

Breton on Sea es un pueblo pequeño, claramente turístico, muy limpio, sin grandes muros, vallas electrificadas ni nada parecido. Las casas son todas claramente de veraneo, pero muy cuidadas y distribuidas a lo largo de la montaña, definitivamente mucho más bonito que Buffels Bay. 




Después de una visita a la playa y recorrer un poco el pueblo, nos dedicamos a explorar distintos caminos intentando bajar a Knysna por el otro lado de la montaña. Evidentemente no lo conseguimos, pero dimos con un sitio que daba a la había y sacamos unas fotos que hicieron  que mereciera la pena la aventura. 



Mañana mas!

French Lodge International (George)




Como ya os comentaba, la primera noche de nuestro viaje a la costa la pasamos en el French Lodge International. Nos convenció principalmente que no tienen hora máxima de llegada al hotel. Además los exteriores tenían muy buena pinta y las habitaciones no parecían del todo malas. Tenían dos tipos de habitaciones, las cabañitas en el jardín y las habitaciones normales.




Cuando llegamos había un chico muy atento esperándonos, tras enseñarnos las habitaciones llegó el primer chasco, y es que solo tenían una cabañita disponible aunque habíamos reservado dos. Después de ese primer traspié y con lo cansados que estábamos nos fuimos a dormir y no dimos señales de vida hasta la mañana siguiente.

Las habitaciones normales eran más bien cutrillas, de trote de veraneo. La ventaja es que tienen una cama de matrimonio y dos individuales lo que viene muy bien para familias. Las cabañitas tenían mucha mejor pinta. De todas formas como sitio de paso y que reservamos con tan poco tiempo, no le pedíamos mucho más. Me hizo gracia ver que el rollo de papel higiénico estaba cerrado con una pegatina de la bandera sudafricana.




El jardín y la piscina no defraudaron así que al día siguiente me levanté temprano para poder curiosear y disfrutar de ello en soledad.






El desayuno, lo ponen en una sala muy agradable y el cocinero era la misma persona que nos recibió por la noche, chico para todo. Para desayunar tenías tres opciones, desayuno tradicional sudafricano (huevos, salchicha, bacon, etc) croissant francés y de la tercera me temo que no me acuerdo. Además en una esquina de la sala, tenías para servirte cereales, café y zumo.






El precio, normal, si tenemos en cuenta que era puente de fin de semana de verano y que lo reservamos la noche antes, 799 ZAR la habitación doble y 899 ZAR la cabañita + desayuno. Lo dicho, no es un sitio espectacular, pero a falta de algo mejor puede servir.

The Place of the Great Noise




Las Augrabies Falls se encuentran en el Rio Orange que es el río más largo de Sudáfrica. Nace en las montañas Drankensber en Lesotho y cruza todo el país hasta desembocar en el océano Atlántico. Su flujo de agua depende de las presas que hay río arriba, así como de las precipitaciones que hay en los lugares por los que transcurre.

Al parecer, antiguamente las Cataratas Augrabies eran conocidas como “The place of the great noise” (el lugar del gran ruido), pero desde que se construyeran diversas presas aguas arriba, el flujo del río se ve mucho menos afectado por las lluvias y solo en situaciones extremas en las que abren las presas más de lo normal, se pueden apreciar fluctuaciones en su caudal.

Debido a las lluvias de las últimas semanas en el Free State y Gauteng, han abierto las presas aguas arriba y se ha producido un aumento sustancial en el nivel de agua del río, así que este fin de semana no lo dudamos y nos encaminamos al Parque Nacional de las Augrabies Falls. 

Aunque fuimos con miedo de encontrarnos enormes colas a la entrada, lo cierto es que aunque había más coches que de costumbre, el parque había incrementado sustancialmente su personal por lo que todo fue mucho más ágil de lo esperado. Nada más aparcar y pagar el “conservation fee” nos encaminamos a los miradores que hay sobre las cataratas, sin hacernos una idea de lo que nos podíamos encontrar. El flujo de agua se puede haber multiplicado por 5! Esto supone que la cascada haga muchísimo más ruido y que, al no poder desaguar totalmente por el cauce normal, surjan dos pequeñas cascadas en el mismo cañón. 

Os dejo fotos del antes y el después. Como se puede ver el viaje mereció la pena!

Antes:




Después: