martes, 27 de enero de 2015

34 Degrees South




En estos meses en RSA ya he visitado Knysna en varias ocasiones y en todas mis visitas me llamó la atención el restaurante 34 Degrees South.

Por miles de motivos (tener siempre otros planes, la opinión en Trip Advisor no era de las mejores,porque tiene pinta de palo al guiri…) hasta mi última visita no tuve oportunidad de probarlo y la verdad es que me ha gustado mucho!



Comentar que cuando llegamos nos preguntaron si teníamos reserva…. Aunque no teníamos lograron arreglarnos una mesita, pero creo que sería recomendable de cara al futuro reservar.

El sitio está decorado en estilo marinero y la carta es más que amplia. Tienes un poco de todo, desde Sushi, hasta pizzas, pasando por Ostras (muy famosas en la zona) ensaladas, calamares, gambas…… un poquito de todo. Tengo que reconocer que con tanta variedad, estuvo un poco complicada la elección.

Nosotros nos decantamos por unos calamares



Un poco de Sushi



Una pizza, buenísima aunque no la dejaron hacerse lo suficiente



Una ensalada de gambas



Y como no podía ser menos… unas ostras!



La verdad es que no me extraña que tengan fama. Con un chorrito de limón estaban de muerte!

De precio tampoco me pareció caro ya que pagamos unos 690 ZAR por cenar abundantemente 5 personas.

lunes, 26 de enero de 2015

Avistamiento de Ballenas




De Junio a Diciembre es la temporada en la que se puede ver ballenas en las costas de Sudáfrica, si bien la mejor época es entre Junio y Octubre ya que en Noviembre y Diciembre gran parte de ellas han vuelto a emprender ruta.

Cuando planeamos el viaje que hicimos en noviembre incluimos una parada en Hermanus para hacer una de las excursiones que salen en barco a ver las ballenas.

Mientras me informaba por internet leí que hay muy pocos barcos con licencia para poder salir para el avistamiento, así que me puse un poco nerviosa y reservé con más de un mes de antelación aunque la verdad es que no hubiera sido necesario.



Nosotros hicimos el recorrido con Southern Right Charters, es una especie de catamarán con motor. El precio de la visita son 650 ZAR por persona y duraba unas 3 horas.

Debido al viento y la mala suerte que habíamos tenido durante el viaje en cuanto animales se refiere estábamos un poco asustados de no ver nada, y sinceramente fue todo lo contrario, vimos ballenas por doquier.



Con la primera ballena nos emocionamos todos y poco después estábamos rodeados de ellas. Eran principalmente las madres con sus crías (normalmente en Noviembre los padres ya se han ido) y la verdad es que en relación a los barcos eran muy tranquilas lo que permitía acercarse mucho. 

Las crías mucho más inquietas y juguetonas, moviendo las aletas y las colas y medio saltando!



No menos impresionante el paisaje. La costa de Hermanus tiene montañas muy altas que acaban casi en la playa, formando ambas parte de la reserva natural de Walker Bay lo que supone que la costa sea totalmente salvaje.




Ya camino de puerto y como guinda para terminar la excursión, un grupo de delfines nos acompaño casi hasta la misma bocana.



Destacar que Hermanus está lleno de miradores para poder ver las ballenas desde tierra ya que en los meses de más tránsito se pueden ver perfectamente desde la costa.

domingo, 25 de enero de 2015

Orange River Wine Cellars




Si por algo se conoce el Orange River en Sudáfrica es por sus viñedos y por asociación por sus vinos. Una gran parte de la cosecha de uva de la zona se exporta tal como se cosecha o como pasas. El resto de destina a elaborar vino, lo que ha dado lugar a las Orange River Wine Cellars, (las bodegas del vino del Rio Orange). 



Para una visita que tuvimos hace unas semanas, preparamos una especie de guía estilo “Upington en dos días” y como no podía ser menos la visita a las bodegas no podía faltar. Hacía ya tiempo que tenía ganas de ir a hacer una cata de vinos allí, pero nunca había encontrado el momento para ir.



Creo que se puede hacer visita en sí misma, pero nosotros como íbamos un poco escasos de tiempo nos decantamos solo por la cata de vinos.



Las bodegas en Upington están en la zona industrial de Paballelo. No tengo muy claros los horarios, pero sé que los sábados cierran prontito (antes de las 12:00).

Para la cata de vino tienes dos opciones, probar 5 vinos (10 ZAR) o probar 10 (20 ZAR). Tras pasar un buen rato con nuestra lista escogiendo los que queríamos probar (otra cosa no, pero variedad tienen para rato) empezamos con la diversión. Tras un buen rato en la sala charlando con la chica que nos iba explicando un poco las características de cada vino que probábamos, salimos con nuestra lista de la compra y nos dirigimos a la tienda.



Remarcar que no nos cobraron la cata de vinos, supongo que se debe a que salíamos con una lista bastante considerable de vinos para comprar. Destacaría un vino que solo venden en las bodegas, el Lyra, si recuerdo bien se trata de un merlot que cuesta unos 75 ZAR la botella (sin lugar a dudas el más caro que tienen) pero según dicen los amantes del tinto, entre los que no me incluyo, es impresionante.

viernes, 23 de enero de 2015

The Hovse




Siguiendo un poco con el tema madrileño, hoy os presento una pop-up store que visité en mi último paso por la capital.



Por casualidad oí hablar sobre esa casa de tres pisos en pleno barrio de Chamberí que habían transformado temporalmente en una tienda gigante y no me lo pensé ni un minuto a la hora de ponerlo en mi lista de cosas para hacer.



Primer punto importante. Encontrarlo no fue lo más fácil del mundo precisamente. Tuve la suerte que en el momento en que yo llegaba salía gente con bolsas e intuí que era la dirección correcta. No hay cartel, ni nada que indique que el edificio que tienes frente a ti no es un edificio de viviendas normal y corriente, sino un paraíso de artesanía y consumismo.



El productos que venían allí, era para llevártelos todos a casa, desde decoración navideña hasta ropa, pasando por cosas para casa, papelería, bicicletas, bisutería y comida gourmet. 




Todo lleno de mil detalles que enamoran, lo que me costó resistir la tentación!





Aunque fuera una tienda provisional, todo estaba montado con muchísimo gusto.





Por último te encontrabas con el Vermut Bar, con su terraza tremendamente solicitada.




Espero que el año que viene repitan la iniciativa porque para allí vuelvo sin dudarlo y con la intención de llenar las maletas hasta la bandera!

The Tasty Table




Hoy me toca presentaros otro de esos rincones con encanto. Durante la visita a Jeffreys Bay de hace unos meses, sitio del que os hablaré en otra ocasión, buscamos desesperadamente un sitio cerca de la playa para tomar un café, algo tan típico de nuestra cultura española y que por aquí no se estila demasiado. La mayor parte de los bares en primera línea de playa estaban cerrados por lo que casi por casualidad acabamos en un café muy chiquitito que por no tener no tenía ni entrada por el lado de la playa. Su nombre The Tasty Table y resultó ser un gran descubrimiento.




Un cúmulo de cacharros expuestos para la venta y una mesa central llena de tartas y cup cakes para tomar con el café hacían del sitio un lugar muy especial y 100% recomendable si se pasa por allí.



Nosotros nos decantamos por unos cafés, un trozo de tarta y un cupcake para compartir y la verdad es que estaba todo buenísimo! 




Además el detalle de la galleta con forma de corazón con el café me gusto mucho.



El sitio en general me encantó, pero hay ciertas cosas que me dejaron enamoradita perdida

En primer lugar la montaña de libros en préstamo para los clientes y la frase que la acompañaba.



En segundo lugar el montón de frases motivadoras que decoraban las paredes.






Si algún día estáis por la zona recomiendo la parada al 100% y si podéis para comer que las hamburguesas tenían una pinta…. Brutal!


jueves, 22 de enero de 2015

Maricastaña




Durante una de “mis vidas anteriores” viví en Madrid y recorrerme el centro caminando era casi una religión. Eso me permitió descubrir un montón de sitios nuevos y  molones, tiendas, restaurantes, cafeterías… 



Por desgracia mi mudanza fue tan repentina que algunos de ellos se quedaron anotados en mi lista de pendientes, pero cada vez que paso por Madrid intento tachar alguno de ella. 



Esta vez le tocó el turno a Maricastaña, una cafetería que hay en la Calle Corredera Baja de San Pablo, que siempre me había llamado la atención pero que bien por no encontrar mesa o no estar abierta, nunca había podido probarla.



La cafetería tiene un brunch bastante cotizado para el que hay que reservar, pero no hay problema si quieres un desayuno normal de los de la carta (bollería, tostadas, revueltos, tortilla, tartas….) no es muy amplia, pero muy buena, con mermeladas caseras, panes rústicos y de semillas……



La decoración, un conjunto de cachivaches antiguos y rústicos que combinados de tal forma que le dan al lugar un aspecto muy agradable!



Merece sin lugar a dudas un montón de visitas.