martes, 8 de octubre de 2013

Tladi Lodge




Esta semana me he enamorado definitivamente. Hace unos días me tocó irme a Joburg a una reunión y esta vez encontramos habitación en el Lodge al que suele ir la gente de la empresa. Como íbamos para una noche, la verdad es que no le pedía demasiado al hotel ni me esperaba gran cosa, cuál fue mi sorpresa cuando llegamos por la noche al Lodge.

Está situado en pleno Standton, en una urbanización de casas bajas y chalets que tienen seguridad privada. El Lodge es todo lo que te esperas de un alojamiento con encanto en Sudáfrica, techos de paja, paredes de barro, muebles rústicos de madera……




El hotel está atendido por un matrimonio, Ian y Sylvia, y la hospitalidad es la marca de la casa, sinceramente te hacen sentir como uno más de la familia, incluso los perros que tienen allí. Como para mí era la primera vez en el hotel me hicieron un tour por el mismo explicándome cómo funcionaba todo. El hotel tiene una casa principal en la que están las habitaciones “standard” y en la que también hay un salón común y un “honesty bar”. El “honesty bar” es un bar en el que no hay camarero sino que hay una hoja en la que apuntas lo que tomas para que después te lo carguen a la habitación.



Después pasaron a enseñarnos las habitaciones. Tuve la suerte de que me tocara una de las habitaciones exteriores que al parecer son las superiores. Son cabañitas unifamiliares con cocina, salón habitación y baño. Todo decorado con mucho gusto y en tonos color terracota, lo que hace que te sientas en medio de la sabana y no en pleno Joburg. El baño era enorme con bañera y ducha. Sinceramente me ganaron con el detalle del albornoz y del bote de jabón Radox especial para liberar tensión, agradecí eternamente el baño relajante cuando llegué al hotel. 



Por la mañana el desayuno insuperable, croissants, muffins, cereales, galletas, fruta, yogur, zumo…. Además cuando llegas te preguntan qué quieres que te preparen (tortilla, revuelto, huevos fritos, bacon, tomate, champiñones, tostadas……..) y te lo hacen sobre la marcha. Además Ian y Sylvia que atienden personalmente el hotel nos contaros cosas sobre el mismo, como por ejemplo, que hace 11 años que lo gestionan o que en sus inicios era una casa particular.

Aunque no pudimos disfrutar de ello el hotel tiene piscina y cancha de tenis. La verdad es que no me lo pensaría dos veces en volver ahí.




De precio, no me pareció excesivamente caro, habitación y desayuno en la cabañita sale por unos 1.180 ZAR que al cambio sale a unos 87 Euros. Al parecer las habitaciones de la casa son algo más asequibles.

Os dejo algunas fotos para que podáis opinar 

 




1 comentario: