Mi primera visita a Jeffreys Bay a finales del año pasado fue, cuanto menos, decepcionante. En todas las guías te informan de que es uno de los referentes del surf mundial, por lo que tal vez fui con ideas preconcebidas y condicionadas por mi experiencia en Tarifa.
Me esperaba un montón de gente joven y “surfera” atravesada por la ciudad, calles con encanto y un montón de tiendas de surf.
Puedo decir que lo que me encontré fue una ciudad muerta, sin ambiente, con la mayor parte de las cafeterías, restaurantes y tiendas cerradas. Con una playa urbana a más o poder y que no me pareció nada llamativa.
La visita no fue del todo en vano ya que descubrimos "The Tasty Table", del que ya os hablé hace unas semanas, una cafetería llena de encanto y cosas riquísimas que compensó todo lo negativo del lugar.
He de decir que Jeffreys Bay se ubica en una bahía muy bonita y que en uno de sus extremos cuenta con una playa salvaje de las que te puedes perder, pero por desgracia no tuvimos tiempo para visitarla
Estoy segura que le daré más oportunidades, de hecho ya se las he dado (veréis otro post próximamente) pero no dudo en decir que la decepción fue mayúscula!
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