lunes, 9 de febrero de 2015

Riemvasmaak




Hace unas semanas, al poco de volver de las vacaciones de Navidad, nos pusimos como propósito preparar una lista de las cosas que tenemos pendientes de hacer por la zona y con la tontería nos quedó una lista bastante considerable, quién nos lo iba a decir después de más de año y medio por aquí!



Uno de los puntos de la lista era ir a “Riemvasmaak” un recóndito cañón con tres piscinas de aguas termales y para allá nos encaminamos esta fin de semana.




Llegar lleva un rato, desde el desvío de la carretera principal son unos 40 minutos y con algunos tramos un poco peliagudos (el 4x4 es recomendable aunque no parecía obligatorio) para bajar al cañón. 



Nosotros tuvimos que parar en el pueblo para pedir indicaciones, pero lo cierto es que una vez pasado el “pueblo” es todo recto.



La entrada a las pozas era 35 ZAR por coche y 15 ZAR por persona. Ante la duda de si habría agua, nosotros pagamos a la vuelta y la verdad es que lo considero un dinero bien invertido. Al principio te encuentras las dos primeras piscinas de las cuales la cuadrada es a la que llega el agua del manantial, bien calentita la verdad. De la cuadrada pasa a la circular y de la circular a la “fría” por una cañería.



La piscina fría sin lugar a dudas la mejor, por la temperatura que era más templada que fría y porque era realmente una poza de piedra a la que le alisaron el suelo y le hicieron unas escaleras. La verdad es que estar a remojo en esas aguas tan cristalinas en medio de un cañón fue una pasada.



Echamos de menos una nevera con cervecitas, pero bueno… ya lo planearemos mejor para la próxima vez. 

Destacar que en el cañón hay algunas cabañas para alojarse y que según me han dicho los baños en la piscina caliente en las noches de luna llena merecen la pena!

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