Aunque no era mi primera visita en el Tsisikama National Park, cuando estuve allí en Noviembre tuve oportunidad de quedarme a dormir y he de reconocer que fue toda una experiencia.
Primero de todo destacar que cuando hice la reserva en Junio, no me esperaba que estuviera tan lleno, tuvimos sitio de milagro! Menos mal que somos una familia previsora y nos gusta tenerlo todo bien atado con tiempo suficiente, porque no me imaginaba ni por asomo que reservando 5 meses antes fuéramos a tener problemas para encontrar alojamiento.
El siguiente punto a destacar, creo que no hay ni un solo alojamiento malo en el parque, tienes de todos los gustos, desde albergue hasta camping pasando por las míticas casitas de los parques naturales de Sudáfrica, y diría que no hay ni uno solo que no tenga vistas al mar.
Importante también decir que nosotros fuimos corre que te corre porque temíamos llegar tarde (al final llegamos a las 19:15) pero al contrario de otros parques naturales parece que tienen gente en la puerta de acceso toda la noche y te dejan las llaves allí en caso de que llegues tarde.
Nosotros nos quedamos en los que estaban más alejados del restaurante del parque, se llamaban Oceanette y reservamos uno de dos habitaciones y otro de una.
Eran unos edificios de ladrillo con terraza e impresionantes vistas al mar.
Como es normal en los alojamientos de SANS Parks nada demasiado lujoso, pero limpio y cubriendo las necesidades básicas. De todos modos estos marcaban la diferencia con las vistas.
Para cenar nos decantamos por una Braai, sinceramente preparar el fuego escuchando romper las olas fue un lujazo
Que compitió con las vistas desde la cama, ¿no eran impresionantes?
Por la mañana desayunamos en el restaurante del parque de precio bien, la calidad también buena y las vistas de 10.
Lo más importante, por fin la familia pudo probar un típico desayuno Sudafricano!
Recuerdos inmejorables!
ResponderEliminarQué ganas de repetir!
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