miércoles, 17 de junio de 2015

Upington: Sentimientos encontrados




El lunes, en el avión Joburg- Upington, coincidimos con una pareja inglesa que venía a hacer un poco de turismo en el Nothern Cape y el sur de Namibia. 

Mientras esperábamos a poder bajar del avión la mujer me preguntó si vivía aquí o si estaba también de turismo. Mi respuesta fue automática, no lo tuve ni que pensar, “sí por desgracia vivo en Upington”.  La mujer me miró sorprendida y me preguntó que porqué decía lo de que por desgracia y sin darse cuenta, me ha dejado pensando ¿por qué mi respuesta automática cuando hablo de Upington es siempre negativa?



Hace unos meses hice una visita a Postmasburg,  conozco  Keimoes y Kakamas casi como la palma de mi mano y en un par de veces atravesé en coche Kathu y Kuruman y todos son sin lugar a duda, pueblos/ciudades mucho peores que Upington.

Upington es una ciudad próspera y verde en verano cuando sus viñedos están en pleno apogeo. Es también una ciudad muy tranquila, fácil de abarcar y muy segura, entonces ¿por qué mi respuesta automática es siempre negativa?



Dos días después sigo sin tener la respuesta aunque sí tengo algunas pistas.

En primer lugar Upington es al lugar al que vuelvo reventada y, para qué voy a negarlo, un poco de bajón, después de unas vacaciones en la tierrina. Además tras casi dos años aquí, estamos un poco escasos de cosas nuevas para hacer.

Por otro lado, está en el centro de todo, pero cerca de nada. Cada vez que quiero ir a ver el mar y pisar un poco de arena, necesito hacerme 850 km por carretera.

Pero Upington también tiene su punto.  Ha aflorado una faceta cocinitas totalmente desconocida hasta el momento y preparo platos típicos españoles cada fin de semana. Además, raro es el día en el que no brille el sol y aunque a estas alturas del año hace un frío que pela, salir a ver las estrellas al jardín de casa, no tiene precio. 



Otro punto a tener en cuenta es que después de estos meses tenemos un grupo de amigos que poco a poco se va ampliando y con el que nos lo pasamos realmente bien. Era algo que echaba de menos, tener un poco de vida social fuera del trabajo.

Pues sin llegar a tener la respuesta, pero sí un poquito más cerca me despido.


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