Abandonadito que tengo esto! Pero prometo enmendarme.
Hoy os voy a hablar de un sitio que descubrí en mi segunda visita a Jeffreys Bay. La idea era comer algo de pescadito, más que nada porque no abunda en el Northen Cape y me llevaron a un sitio que si bien original, tampoco me parece nada del otro mundo.
Hoy os voy a hablar de un sitio que descubrí en mi segunda visita a Jeffreys Bay. La idea era comer algo de pescadito, más que nada porque no abunda en el Northen Cape y me llevaron a un sitio que si bien original, tampoco me parece nada del otro mundo.
Acabamos comiendo allí casi por casualidad y porque al parecer es un sitio que gusta mucho a la gente que viene de Europa y aunque tengo que reconocer que el sitio era cuanto menos pintoresco y agradable, así como las vistas impresionantes, ni el trato ni la comida me pareció que mereciera el precio que pagamos por la comida.
Los platos combinados de pescado, que ví en otras mesas y no me parecieron nada del otro mundo, eran 285 ZAR por persona.
Nosotros al final nos decantamos los “mayores” por un plato cada uno y los “pequeños” por compartir unos calamares y unas gambas. Creo que ya he dicho en ocasiones anteriores que no soy una gran fanática del pescado por estos lares ya que me resulta bastante insípido así que nos pareció una buena solución.
Las gambas estaban muy buenas, los calamares en sí estaban también muy ricos, pero cometimos el error de pedir los especiales de la casa que venían como con un pisto y salsa agridulce que después del tercer calamar cansaba un poquito….
Además de la ubicación, hubo otras dos cosas que me gustaron mucho del sitio, que en el centro del restaurante hubiera una zona con pan casero, mantequilla, mermelada y paté para coger al gusto y las tacitas para el vino me parecieron encantadores!
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