Este fin de semana nos hemos ido de boda nada más y nada menos que a Port Elizabeth! El punto de encuentro: el restaurante la Colline. Hora: 9:30 de la mañana, ahí queda eso!!!!
Con los ojos aún resacosos por la falta de sueño y unas gafas de sol que nos cubrían bien la cara, nos plantamos en el restaurante a las 9:20 de la mañana.
Primera impresión, íbamos demasiado arreglados.. estas bodas sudafricanas de mañana me tienen totalmente perdida….. De todos modos, cabeza bien alta, nos fuimos hacia la capilla del restaurante y buscamos un sitio para sentarnos. Cuál fue nuestra sorpresa cuando vimos a las damas de honor llegar a las 9:30 y a la novia 5 minutos después, eso sí que es puntualidad!
La ceremonia fue corta y el inglés, menos mal! Poco después de las 10 estábamos otra vez disfrutando del sol y los aperitivos en la terraza del restaurante.
La temática de la boda era el color morado, vestidos de las damas de honor, adornos de la iglesia, sillas del restaurante….
Tras las fotos, los novios se unieron a nosotros en el restaurante, para disfrutar de un delicioso…. DESAYUNO! Sí, desayuno tradicional, con sus huevos revueltos, boerewors, bacon…. Yo me quedé a cuadros!
La verdad es, que se ve una filosofía de boda mucho más distinta que la Española, no es una bacanal, es mucho más temprano y más corta y el concepto barra libre ni se conoce, lo cual para los novios es mucho más asequible.
Tras los discursos de los padrinos, padres y demás, llegó el momento tarta. El tema de la tarta me pareció simpático. Era una tarta chiquitita, que es la que cortaron los novios y después había cupcakes y un bar de chuches, al que no me dio tiempo ni de acercarme!
Eso sí la tarta y los cupcakes estaban brutales!
Sobre las 2 la boda se dio por terminada y nos fuimos a seguir la fiesta a otra parte
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