Hoy toca presentaros, otro de mis grandes descubrimientos de este último viaje: Cocomo, un bar super molón en Wilderness.
Dimos con él de tres maneras distintas. La primera Tripadvisor, que ha pasado a ser una de las mejores fuentes de información en los últimos tiempos. No era el número uno en la zona pero los comentarios tenían muy buena pinta. Por otro lado (y antes de mirar trip advisor) lo vimos cuando pasamos camino del hotel. Ya por último de la que salíamos del hotel caminando para ir a cenar, empezamos a oír música desde la distancia y resultó que tenía música en directo y que era el local más animado de la zona, así que ni nos lo pensamos, fuimos de cabeza!
El local super bonito, con un rollo “chiringuito de playa” muy agradable. Parecía que al otro lado de la barra te ibas a encontrar la arena.
El tiempo no acompañó demasiado y no hacía mucho calor precisamente, pero ahí descubrimos otro de los encantos del local, las chimeneas, tenían tres de ellas encendidas en las zonas atechadas y un fuego en la zona al aire libre. Hacían el lugar mucho más agradable.
Además la música en directo (7 días a la semana) es otro gran plus del local y yo creo que su principal reclamo.
Otro de sus puntos fuertes es la atención por los detalles, solo había que fijarse en los manteles y las luces de las mesas
Además de camareros muy agradables, tienen una carta de cocktails de varias hojas que hacen muuuuuuuy difícil poder decantarse por uno. Yo, siendo fan declarada de los tekila Sun Rise, no podía serle infiel, aunque tengo que reconocer que en la happy Hour (de 5:30 a 6:30) me decanté por una de las Jam Jars (Ron, Vodka y zumo de naranja) que eran a dos por uno. Además ayudó el hecho de que hiciera meses que quería probarlas. Estaban buenísimas!
Con respecto a la comida, ¿qué puedo decir?…… IMPRESIONANTE. Nos decantamos por un combinado de pescado, muy bueno aunque como la mayor parte del pescado en este país, un poco insípido para mi gusto, y por una pizza. Sin lugar a dudas la pizza es un MUST, brutal!!! Hacía mucho que no tomaba una pizza tan buena… Me recordaron a las de cierta “tribu” allá por las tierras lejanas de España, pero hace tanto desde la última vez que fui que no sé decir cuáles son mejores.
Después de cenar, una sobremesa muy agradable, tekila sun rise en mano mientras disfrutábamos del grupo de turno, eso sí hasta las 11 momento del toque de queda.
Las pizarras anunciaban que abrían desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche, aunque sinceramente creo que la sesión de tarde-noche con su música en directo es la que merece más la pena.
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