viernes, 20 de noviembre de 2015

Hlane National Park




Como comentaba en el post anterior, en nuestra visita a Suazilandia nos quedamos a dormir en el parque natural de Hlane, uno de los 5 parques naturales del país.

La idea era disfrutar de una experiencia en la naturaleza al 100% porque para empezar no hay ni electricidad!!!!



Llegamos sobre la hora de comer justo a tiempo para nuestra actividad programada de antemano, un Rhino Game Drive and Walk nada más y nada menos.



El parque tiene dos campamentos, uno en la zona de los felinos y otro en la que tienen a los rhinos. Nosotros nos quedamos en la zona de los rhinos ya que leímos en internet sobre la actividad y además habíamos leído sobre el water hole que está frente al campemento en el que es habitual ver rhinos, elefantes e hippos pudiendo escucharlos incluso por la noche!



Hacía un calor horroroso a nuestra llegada por lo que un chapuzón en la piscina, si la hubiera habido era de lo más apetecible de todos modos no tuvimos ni tiempo ni la posibilidad así que nos fuimos directamente a nuestra casita que estaba muy chula (aunque un solo baño) a dejar las bolsas y después directamente a nuestro game drive.



El alojamiento no fue especialmente caro, 1.790 ZAR por 6 personas en la casa que podría alojar hasta 8 personas ya que teníamos una habitación libre.

En relación a la actividad que llevábamos contratada y pagada por antelación, consistía en que nos llevaran en una de las camionetas de safari por las zonas del parque en las que no había felinos, de tal modo que si los rhinos estaban tranquilos, pudiéramos acercarnos a pie mientras el guía nos explicaba cosas sobre su comportamiento y demás.



Me resultó muy interesante saber que los rhinos son casi ciegos ya que no ven más lejos de 30 metros, pero que tienen un oído y olfato muy desarollado. Esto supone que nos acercáramos siempre en contra del viento. Llegó un momento en el que nos pudimos hasta sentar muy cerca de uno de ellos que dormía plácidamente.



Tengo que reconocer que el parque me defraudó un poco ya que a consecuencia de la tremenda sequía que sufre el país, así como de los elefantes (según nuestro guía) los árboles estaban casi todos muertos y no veías nada verde en todo lo que abarcaba la vista.



Tras la actividad, nos sentamos a tomar una cervecita Suazilandesa llamada Sibebe mientras disfrutábamos de los rhinos e hippos que estaban en el water hole frente a la terraza del hotel.



Acabada nuestra cervecita, nos fuimos a nuestra cabaña a preparar la braai para cenar y disfrutar de una de las actividades que más me gustan de África, una ducha al aire libre o shower in the bush que con el calor que hacía nos supo a gloria!



Sintiéndonos como nuevos ya nos pudimos sentar a disfrutar de una copita de vino a la luz de nuestras lámparas de gas, de lo más romántico y agradable, eso sí todos bien bañados en repelentes de mosquitos.



El campamento tenía a su vez una tienda de recuerdos así como un restaurante que disfrutamos por la mañana, pero que por la noche iluminado a la luz de las lámparas de queroseno tenía mucho encanto.




Aunque el parque desde mi punto de vista no mereció la pena, el que no hubiera electricidad, la ducha al aire libre y la casita le dió muchó encanto a nuestra estancia y si por casualidades de la vida volviera a estar por la zona, no dudaría en volver .


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